En esta ocasión por fin nuestros tiempos coincidieron y me toco retratar a Malex y Karen,
ellos dos comparten una conexión mágica, de esas que te hacen vibrar la piel,
fue una gran experiencia haber capturado esos momentos, estoy muy agradecido
que me hayan dado la oportunidad de dejarse retratar por mi cámara.
Desde hace mucho que quería tomarle fotos a ellos dos, tenia
programado algo especial un bello atardecer en la azotea de un estacionamiento,
al final del día el momento se llegó y la tarde se transformo en una atmósfera
romántica con la puesta del sol, despidiéndose solo como el sabe hacerlo.
Cuando sucedió, ellos se besaron y solo podía pensar en lo siguiente:
“Un mundo nace cuando dos se besan”